martes, 29 de mayo de 2012

De los 132 en adelante



Estuve examinando el pliego petitorio del movimiento Yo soy 132,  al iniciar con mi lectura, este párrafo llamó mi atención:

Queremos que la situación actual de miseria, desigualdad, pobreza y violencia sea resuelta. Las y los jóvenes de México creemos que el sistema político y económico no responde a las demandas de todos los mexicanos.

Empezamos con las utopías, no es posible que la miseria, desigualdad y pobreza sean resueltas, tal vez hasta cierto punto se puedan aminorar pero nunca se podrá evitar, a menos que el país se vuelva comunista. Entonces sí, todos seremos aparentemente “iguales”. Pero a mí en lo personal, el comunismo no me llama la atención ni me interesa. Por otro lado, yo igual quiero muchas cosas, mas no se trata en solamente querer sino proponer. Hasta ahora no conozco ningún sistema de gobierno, ni económico que garantice la igualdad de los ciudadanos. Es como pedirle peras al olmo.
Con respecto a sus demás peticiones no puedo estar en desacuerdo, yo igual quisiera que los medios de comunicación cumplieran con la ética que se supone está implícita al tener que proporcionar información objetiva. Nuestra queja puede ser todavía más fuerte si apagamos la televisión o si elegimos ver otros canales.
Ahora bien, no se puede poner todo el peso en los medios de comunicación, olvidando que la gente tiene que hacer un esfuerzo por ser crítica y dejar la ignorancia. Si la tele, la radio y los periódicos no quieren ser la fuente de la verdad, hagámoslo nosotros, no únicamente con marchas, sino imprimiendo información, repartiéndola, haciéndola accesible para aquellos que no cuentan con internet. Sembrando la duda entre la otros acerca de la supuesta realidad del país; creando nosotros los medios hacia la verdad. Si aún con esto, ciertas personas quieren seguir creyendo en falacias, entonces son ignorantes por convicción. No hay algo que se pueda hacer por ellos.
El movimiento Yo soy 132 más que una queja hacia las televisoras, debería ser una queja hacia los periodistas que no cumplen su deber con la sociedad, que anteponen los intereses de sus empresas por encima de los principios éticos que deben fomentar y proteger. Sé que tienen ganarse el sustento como cualquier otro mexicano, pero ellos escogieron seguir esta carrera. También sé que cada quien tiene derecho a pensar como se le venga en gana, apoyar a quien se le venga en gana y defender lo que se le venga en gana; mas no hace falta que para lograrlo engañemos a la sociedad tergiversando los hechos. Si una idea no puede sostenerse por falta de fundamentos, si no puede respaldarse sin mentiras, entonces no es una idea que deba ser defendida, ni esparcida. 

Por último les dejo el pliego petitorio del movimiento: 

lunes, 21 de mayo de 2012

Un tema incómodo: El aborto




Reviviré el blog, ya le hace falta; sobre todo después de los hechos que han estado ocurriendo últimamente alrededor del mundo.  ¿Por qué el aborto es un tema que debe tocarse y continúa siendo tan controversial? Más que nada por las religiones abrahámicas (aunque no he escuchado a los judíos armando tanto desmadre por el aborto, pero es posible que los ortodoxos sí estén en contra).
El problema radica más allá del simple hecho de salvar una vida, ya que un bebé es completamente dependiente de sus padres; mayormente de su madre (pues vive 9 meses de ella). Posteriormente al nacer, necesita de cuidados de tiempo completo. Se espera que quién tenga un hijo, invierta la mayoría del tiempo en este. Es curioso pues los que defienden la vida, no se preocupan por lo que ocurre después de que estos niños han nacido. No les importa si esos padres son negligentes, o no tienen recursos para mantener a sus descendientes.
Sí la mujer fue violada, el tema no debería ni estar en discusión, la decisión que tome debe ser respetada, ya que además de la traumática experiencia sufrida va a tener un hijo que constantemente le recuerde el ataque. Aquellos que defienden que una vida es una vida: ¿están dispuestos a adoptar a esos niños, a darles donativos para su manutención, a pagarles la terapia con los psicólogos/psiquiatras por ser negados? Supongamos utópicamente que así sea, de todos modos la madre tiene que pasar 9 meses con un feto que la desgasta física y emocionalmente, la recompensa es que si ese nuevo ser es deseado será una alegría, pero de no ser así tanto la madre como el hijo resultan afectados psicológicamente.

Algunos argumentos contra el aborto:

El feto sufre.
Si el aborto se practica antes de que se desarrolle el sistema nervioso (primer timestre), no sufre. Por ejemplo, las plantas no tienen sistema nervioso central, por lo tanto no se genera en ellas una sensación de dolor cuando le arrancas una hoja o un fruto.

¿Qué tal si a ti te hubiesen abortado?
Ni me hubiera enterado.

¿Qué tal si ese niño pudo haber sido un Mozart, o una Jane Austen, o Einstein, o Marie Curie?
Ahora resulta que todos somos portadores de una carga genética asombrosa… pues no. En segundo lugar, también tu hijo/hija puede ser un Hitler, un Salinas, un Ted Bundy, una Ilse Koch, una Theresa Knorr, una Elba Esther Gordillo y demás bazofias que puedo citar. Además, la genialidad no sólo requiere de la genética, sino también de la cultura y educación que reciben los hijos.

¿Pero qué pasa con el alma? Todos nacemos con un propósito.
Habría que comprobar primero la existencia del alma, cosa que hasta ahora nadie ha logrado. Ahora, pensar o creer que todos nacemos con un propósito, entonces habría también que comprobar la existencia de Dios, que tampoco se ha probado científicamente. Esto quiere decir, que muchos  someten a las personas bajo su voluntad y prejuicios a pesar de no estar seguros de sus creencias religiosas.
Ni esos niños se van a ir al cielo, ni esos padres al infierno. En todo caso, si esos niños se van al cielo gratuitamente, entonces para que quieren que nazcan bajo la probabilidad de pecar y no ganarse el premio final.

No obstante, tengo mis restricciones con respecto al aborto:
El Estado no debe pagar los abortos (a menos que sea en caso de violación o malformaciones genéticas). Es problema de los padres de ese hijo, que lo resuelvan con su dinero. Los contribuyentes no tenemos la culpa de que no sepan usar un anticonceptivo. Además lo que gastarán en el aborto, lo ahorrarán en pañales, comida, ropa, medicinas, etc. Así que se aguantan y pagan.